Materiales geosintéticos
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¿Qué son los materiales geosintéticos?

Los materiales geosintéticos nacen como la respuesta a dos necesidades, por un lado la necesidad de buscar un uso más relevante a ciertos derivados del petróleo y, por el otro lado, la necesidad del sector de la construcción de contar con materiales más maleables, flexibles, versátiles y ligeros al momento de construir.

A pesar que hoy se habla mucho de ellos, no son para nada nuevos, nacieron en la década de 1960 y desde entonces se han utilizado en variedad de obras, pues además existen diversos tipos de geosintéticos que se adaptan a ciertas utilidades, desde la vida agropecuaria hasta la vialidad pública. Estos son los tipos de geosintéticos:

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Geotextiles

Son un manto, ya sea tejido o no tejido, flexible y de baja o nula permeabilidad, que permiten controlar la erosión, la filtración y además provee separación entre diferentes materiales.

Material geotextil

Por ejemplo, el gotextil suele utilizarse en la construcción de lagunas artificiales para proteger el talud de la erosión que provoca el agua al humedecer la tierra. También de utiliza bajo otros materiales geosintéticos para minimizar su abrasión o desplazamiento.

Incluso hay registro del uso de geotexties para armar fuertes o escollos artificiales que detengan la fuerza del agua.

Geomallas

Las geomallas estabilizan y refuerzan las superficies sobre las que fueron puestas. Por ejemplo, los terrenos inclinados como pendientes o terrenos de siembra en épocas de reposo de la tierra pueden ser cubiertos con ellas para evitar deslizamientos, especialmente con superficies de baja capacidad portante y de moléculas pequeñas.

Para la construcción de carreteras, las geomallas suelen ser el primer refuerzo que recibe el suelo.

Geoceldas

Similares a las geomallas, las geoceldas también refuerzan y estabilizan los suelos, pero estas funcionan con un principio de confinamiento celular que retiene al material dentro de las paredes que conforman cada célula.

De esta manera, la superficie gana una rigidez gracias a la repartición de la aplicación de fuerzas, ya sea la gravedad o el paso vehicular. Probablemente, son hoy por hoy el sector donde los materiales geosintéticas más crecen.

Existen geoceldas para estabilizar taludes, pero que a la vez funcionan como aliados de la agricultura ya que optimizan el drenaje parejo y además favorecen las labores de siembra. Así mismo, se apilan y compactan mecánicamente para formar muros de contención llenos de materiales locales, abaratando los costos de una manera incalculable.

Incluso son utilizados como estabilizadores de suelo para construir vías, ya sea asfaltadas o no asfaltadas. En el caso de las no asfaltadas, en lugares como la playa o zonas rurales, disminuyen la acción de la erosión, sobre todo tras el paso de vehículos pesados y la acción del agua.

En superficies asfaltadas son una solución para evitar el relleno innecesario. Las celdas retienen y son tan resistentes a la acción del peso y de los climas extremos, que se utilizan hasta en vías de trenes y pistas de aterrizaje de aviones. De hecho, representan aceptadas soluciones de ingeniería vial en Argentina y muchos otros países.

Geomembranas

Como ya dijimos, muchos materiales geosintéticos se combinan con otros para crear una mayor resistencia. En el caso de las geomembranas, casi su única función es esta. Es común que sean la primera capa sobre el suelo en casos de pavimentación de vías o pendientes donde no se espera siembra de semillas.

Hoy son utilizadas como una base o piso en depósitos de hormigos o acero para confinar los materiales y evitar el contacto directo con el suelo. También de utiliza en tanques contenedores de quimios mediante termofusión para prolongar la vida útil de los mismos.

Geoespuma

Básicamente se trata de bloques de aleaciones poliméricas que se usan como relleno en orificios que no reciben directamente la aplicación de fuerzas, como por ejemplo irregularidades en los bordes de vías de tránsito.

También son utilizadas como relleno antes de ser cubiertos con capas de concreto u hormigón. Debido a que minimizan las filtraciones, son perfectos para preservar los materiales más vulnerables.

Los materiales geosintéticos son una verdadera revolución en el campo de la construcción y aunque muchos los ven como innecesarios en algunos casos, la verdad es que sobre todo al largo plazo su uso acaba por representar un ahorro debido a la durabilidad que le dan a las obras.

Por ejemplo, los muros de contención armados con celdas Neoloy pueden duran hasta 90 años resistiendo a la distribución de fuerzas, acción gravitatoria, escorrentía de agua, rayos UV y temperaturas extremas. Mientras las geomembranas y los geotextiles pueden durar hasta 20 años soportando continuamente la acción del agua.

A medida que se desarrollan nuevas técnicas de construcción y necesidades, también nacen materiales más completos que buscan facilitar las labores y proteger la vida útil de las obras.

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