Mantenerte caliente en invierno
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Cómo mantenerte caliente en tu estudio o habitación en invierno

Es esa época del año otra vez. El invierno ha llegado, enfriando tus dedos de los pies y, tal vez lo más angustiante de todo, aumentando tus gastos con el incremento de uso de un sistema de calefacción caro. Pero espera, ¿te has planteado alguna vez cambiar ese sistema por radiadores eléctricos eficientes? Después de todo, para calentar una habitación no tenemos por qué gastar de más, ¿no?

Soluciones para calentar nuestra habitación

Hay muchas formas de calentar una habitación o procurar pasar el menos frío posible durante esta friolera temporada. Sin embargo, vamos a ver las que más te pueden ayudar sin necesidad de gastar o derrochar tanta energía:

Radiador eléctrico

Este aparato tiene sus grandes ventajas, sobre todo si hablamos de vivir en pequeños estudios o pisos o queremos calentar la habitación donde dormimos.

Hoy en día, aunque los radiadores eléctricos consuman energía, los hay de bajo consumo. Además al ser portátil te lo puedes llevar a cualquier estancia de la casa que quieras calentar.

Sobre todo si eres de las personas que no pasa mucho tiempo en casa, ya sea por trabajo u otro tipo de motivo, es ideal si lo que quieres es llegar y meterte a la habitación a dormir, ya que es una forma fácil y rápida de que se caliente la sala.

Radiador electrico

Lo bueno también es que hay varios modelos de radiadores eléctricos con diferentes características y funciones, por lo que no tendrás ningún problema en elegir el que mejor se adapte a tus necesidades.  

Otra opción bastante considerable, es tener un toallero eléctrico si lo que quieres es mantener tu baño caliente mientras te estás duchando, lo que ayuda además a secar también las toallas y que estén calentitas cuando acabes de darte tu ducha o baño.

Comprobar si hay corrientes de aire

Si las ventanas de tu habitación tienen huecos o fugas, el aire caliente de su interior se irá filtrando hacia el exterior, dejando la habitación completamente fría. Cada temporada, revisa todas las ventanas y puertas que se abren al exterior. Puedes utilizar un detector de corrientes de aire o simplemente un palo de incienso ardiente para comprobar si hay movimiento de aire no deseado. Arregla esos huecos, y tu habitación se mantendrá más caliente.

Si sigues estas pautas podrás reducir el desperdicio de energía y evitarás además que los insectos entren a hurtadillas al interior.

Usa ropa de cama más caliente

Es la solución obvia. Cuando las temperaturas bajan, es hora de subir el calor de tu cama. Al igual que con la ropa, las capas de ropa de cama te mantienen más caliente, así que cambia esas sábanas finas o de satén por franela y terciopelo, y cúbrelas con una manta caliente y un edredón. 

Si tienes mucho frío, puedes pensar en adquirir una colchoneta eléctrica, la cual es capaz de calentar toda la cama.

Aleja tu cama de la ventana

Ésta no es una solución para todas las habitaciones, pero si tu cama está normalmente colocada justo debajo de una ventana, puedes dormir un poco más caliente moviéndola al otro lado de la habitación. A menos que tus ventanas sean de varios paneles, el vidrio se enfriará considerablemente durante la noche, enfriando así el aire interior cerca de esa ventana. 

También ten en cuenta que durante la noche lo más recomendable es que bajes las persianas hasta abajo para evitar así que entre el frío por el vidrio de la ventana. Esto favorecerá a que se mantenga el calor en el interior de tu habitación.

Opta por alfombras

Las alfombras no solo aportan estilo a tu habitación, ya que son grandes aislantes y hacen que tu estancia sea más comfortable y cálida, además que agradecerás levantarte de la cama y tocar suelo caliente.

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