Agua hidrogenada
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El agua hidrogenada y sus beneficios

El agua hidrogenada es un producto que está cada vez más en auge y es comercializado por numerosas empresas en el ámbito nacional. Muchas compañías comercializan equipos hidrogenadores que permiten obtener agua enriquecida con hidrógeno que presenta características antioxidantes.

Te mostramos con detalle qué es el agua hidrogenada y cuáles son los beneficios asociados a este producto. Pero antes, un poco de historia, su descubrimiento data de finales del siglo XVIII, concretamente en 1798, cuando ya se afirmó que servía para contribuir al refuerzo de la salud humana.

¿Qué es el agua hidrogenada?

Se denomina Agua hidrogenada al agua que está enriquecida con hidrógeno molecular (gas) disuelto en concentraciones cercanas a la saturación de este gas en agua (1,6 ppm a 1 atm y 25 grados centígrados).

El hidrógeno es un potente agente antioxidante que funciona como tratamiento preventivo y terapéutico frente a los efectos de los radicales libres. Este producto, el agua hidrogenada, se puede tomar en ayunas o entre horas para potenciar su efecto.

La ingesta recomendada es similar a la del agua tradicional, entre uno y tres litros diarios, pero es preferible tomarla fría, desde la nevera, para favorecer la solubilidad del hidrógeno. El enriquecimiento con este gas no afecta en ningún modo al sabor del agua, pero sí es aconsejable no dejar el recipiente abierto por un periodo de tiempo superior a las dos horas.

Si el agua se conserva en un termo inoxidable o en un recipiente hermético, el hidrógeno no se pierde hasta pasados unos días.

¿Cómo se obtiene agua hidrogenada para consumo humano?

Existen diferentes técnicas para conseguir agua enriquecida en hidrógeno. Muchas empresas comercializan aparatos filtradores que permiten obtener este líquido de un modo similar a los habituales dispositivos que mejoran la calidad de las aguas.

Su tecnología avanzada da lugar a agua hidrogenada que se mantiene con propiedades saludables hasta por ocho horas. Desde un punto de vista científico o técnico, la fórmula más habitual para enriquecer con hidrógeno es mediante la electrolisis de agua de baja mineralización con electrodo de titanio recubierto de platino y con una tecnología de membrana que separa gases e iones.

De este modo, se concentra el hidrógeno molecular en el agua a dispensar. Sea cual sea la metodología utilizada, es importante que en el proceso solo se libere hidrógeno y no otro compuesto o subproducto, pues de lo contrario es posible poner en riesgo la salud humana.

El consumo de este tipo de agua, con poder antioxidante y antiinflamatorio, ha de ser siempre por motivos de salud preventiva, a modo de hábito saludable, y nunca como sustitución de tratamientos médicos recetados para tratar diversas enfermedades.

¿Cuáles son los beneficios del agua hidrogenada?

El hidrógeno gaseoso, disuelto en agua, es el antioxidante más potente y pequeño de la naturaleza. Esto implica su capacidad para acceder a estructuras donde otros no llegan, como el núcleo de las células y las neuronas.

Este antioxidante es de los pocos capaces de atravesar la barrera hematoencefálica, lo que lo convierte en muy efectivo en el cerebro. El agua hidrogenada es un producto 100% seguro, libre de sobredosis y que no genera efectos secundarios.

Así, entre sus aspectos ventajosos está también la ausencia de ningún síntoma de malestar en el organismo tras su ingesta. Este producto se comercializa en varios formatos, bien a través de la venta embotellada, y para lo cual debe incluir en el etiquetado el potencial antioxidante o bien con aparatos filtradores.

Sea cual sea la elección, cabe señalar que los Beneficios del agua hidrogenada son su contribución a la salud neuronal, reduciendo la pérdida de estas al combatir el estrés oxidativo, la prevención también de la arteriosclerosis, el refuerzo del sistema pulmonar, mejora en problemas cutáneos asociados a la artritis y otras lesiones de la piel, reducción del colesterol y efectos antidiabéticos.

¿Cuánta agua hidrogenada se puede beber?

El hidrógeno disuelto en agua, como agente antioxidante, favorece la eliminación de radicales libres y reduce el estrés oxidativo, que es la principal causa de muchas enfermedades y el envejecimiento prematuro.

Con el agua enriquecida en hidrógeno, lo que se logra es un refuerzo de la salud preventiva, ralentizar la aparición de esas consecuencias propias del paso de los años. El agua hidrogenada se puede consumir como cualquier agua, pero ya desde una pequeña cantidad diaria, en torno a 200 mililitros, resulta beneficiosa.

Un aspecto importante es que no se debe consumir de manera hervida, pues se convierte en agua normal. En infusiones, si el agua se calienta pero sin llegar a los 100 grados centígrados, mantiene el hidrógeno y la carga eléctrica.

Por último, por mucho tiempo que se hidrogene el agua, nunca llega a sobrecargarse con este gas. A partir de un determinado nivel de saturación, el gas se evapora, de modo que no hay riesgo de superar los niveles de concentración máxima recomendada.

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